OTRO NUDISMO
Existen
muchos tipos de Nudismo. El nudismo físico es solamente un aspecto. El más
llamativo. Para muchos el más escandaloso.
NUDISMO
ESPIRITUAL
Casi todas
las sociedades modernas a través de sus propias culturas, rinden un verdadero
culto al “revestimiento “en todas nuestras relaciones humanas. Apego a un
vestido o disfraz mental que haga aparecer
nuestro Yo frente al Otro como-no-es. Desde el más sencillo maquillaje
al verdadero disfraz, de manera que el Otro no nos reconozca como lo que
verdaderamente somos. No solamente cuando le podemos desagradar, sino aun
cuando nuestra verdadera personalidad le gustase más que nuestro disfraz.
Se lleva al
terreno espiritual las mismas concepciones que se usan equivocadamente en la vestimenta
y maquillajes físicos. ¿No se reflexiona en ocasiones frente a una mujer
pensando o comentando ¡Sería más bonita sin ese vestido, sin esos afeites?
El gran
problema radica, como ocurre igualmente en lo físico, cuando esos disfraces buscan ocultar una gran fealdad, deformidad o
cosas semejantes.
El disfraz
cae pronto o tarde y es probable sea una de las causas por las que las uniones
de pareja se disuelven con tanta frecuencia. De repente, pasados los primeros tiempos del enamoramiento, los
disfraces comienzan a desvanecerse y sobreviene el quiebre. Se trata de un hábito cultural en
crecimiento, (no significa que no sea un procedimiento muy antiguo), debido a
nuestra cultura de consumo, en que todos los productos (incluidos los seres
humanos) son disfrazados para elevar su valoración monetaria.
Ser –como-
uno -mismo -es implica depreciarse. Uno debe ser lo más parecido posible a lo
que los Otros quieren que seamos. Lo que los Otros están dispuestos a valorar y comprar. Esa es la razón por la
que aquellos seres humanos que escapan al Estándar, a la norma corriente en
nuestra sociedad, son no solamente depreciados, sino que se les trata de excluir. Esa es igualmente
la razón por la que se dictan leyes para
evitar la discriminación o favorecer la tolerancia.
Atención.
La tolerancia no implica una aceptación, sino el que YO “que soy el
NORMAL no persiga o discrimine al que
juzgo ANORMAL.
A-NORMAL SE HA CONVERTIDO EN NUESTRA PERVERSA SOCIEDAD EN
BASURA.
¡AY DE LOS VENCIDOS!
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